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FAMILIA Y GRUPOS FUNCIONAN CON LAS MISMAS DINÁMICAS: Lealtades, fidelidades y mandatos basados en manipulaciones y amenazas de destierro, ostracismo y exclusión.
SON SISTEMAS que buscan sobrevivir. Y esas son sus fórmulas. Sea de lo que sea el grupo.
"Si no lo haces es que no me quieres. Si no me apoyas y refrendas mis palabras estás contra mí. Si te importara de verdad, lo harías. Si no haces lo que yo quiero es que no te importo. Si haces lo que tú quieres eres egoísta. Si no fueras egoísta, harías lo que YO te digo. Si estuvieras de mi lado no te tendrías que poner a la defensiva, todos los que no me aplauden son mis enemigos, todos los que no me defienden son mis enemigos, todos los que no piensan y actúan como yo son mis enemigos. Todos los que no se ponen de mi parte son lo mismo que mis victimarios, si no haces lo que yo digo que hagas eres cómplice de mi victimario."
Definición de cómplice: Participante o asociado en crimen o culpa imputable. Para ser asociado hay que juntarse o unirse realmente. Si no no lo eres.
Tu cuñado no es tu socio en las juergas que te pegas porque sepa que te las pegas y tampoco es cómplice de ellas. TÚ HACES CÓMPLICE a un otro porque te va bien. Porque buscas aliados. Y quien busca aliados no está en la búsqueda de la solución y de la Paz.
"SI ME DISPARAS TE CONVERTIRÉ EN ASESINO"
Qué profunda, profunda esta frase...
Yo no soy cómplice en un delito si no participo o no me asocio con el perpetrador del mismo. Y por supuesto que no ERES ÉL/ELLA, nadie tiene derecho a identificarte con un otro porque les venga bien en su guerra de malos y buenos. Tenedlo claro. No os dejéis manipular. Y tampoco puedes ser cómplice por vivir y pensar desde dinámicas distintas a las que sostienen las personas del grupo que quiere hacerte sentir culpable por no comulgar con sus narrativas.
Esta estrategia que HOY estamos padeciendo como herramienta de presión desde toda clase de grupos, es un absoluto maltrato, es la misma dinámica que funcionó en las grandes persecuciones y purgas del pasado: épocas de Inquisición, purgas políticas, persecuciones religiosas... y la estamos sufriendo a diario en el ámbito político, sanitario, social... Aquellos y estos grupos aprovecharon el miedo que provoca estar "en el bando incorrecto"??, porque vivimos en la experiencia de la dualidad y cuando hay mucho miedo la dualidad se intensifica, se aprovecharon de ese miedo para que entre los mismos ciudadanos se acusaran, facilitándoles así el trabajo...
Personas humilladas, acusadas y señaladas por ser fieles a sus ideas o lo que es igual de horrible POR NO REFRENDAR LA NARRATIVA, ¡que ni siquiera las ideas! DEL GRUPO DE PRESIÓN de turno: ANNA NETREBKO una de las mejores sopranos en la actualidad y VALERY GERGIEV, director de la filarmónica de Múnich a los que se les instó a denunciar a Putin y, tras las declaraciones de la primera contra toda guerra en el mundo y solidarizándose con el pueblo ucraniano en el que tiene grandes amigos y la negativa del segundo de hablar de ningún tema político, se les cancelaron sus actuaciones.
Pero no necesitamos irnos tan lejos ¿verdad?... Posiblemente tú lo vivas en tus carnes... El miedo que provoca sentir que no piensas igual que toda esa gente que SE IDENTIFICA CON LAS VÍCTIMAS y defiende con determinada narrativa a grupo grande de ellas... Porque ahí está el peligro: en no apoyarlas de la manera en que ellas exigen y reclaman.
TODO EL QUE SE IDENTIFICA CON UNA VÍCTIMA SE VICTIMIZA. La palabra IDENTIFICACIÓN te da la clave: si te identificas te conviertes en un "sucedáneo" de aquello. Tú no eres esa víctima, pero para defenderla te adjudicarás el derecho de indignarte y apropiarte de su dolor para aliarte con ellas. Y el triángulo dramático está servido.
EL PELIGRO MANIPULADOR DE "LOS INDIGNADOS"
¿Sabéis quién se convierte en un grupo con poder manipulador? Cualquier grupo lo suficientemente grande de personas victimizadas e indignadas que se sientan amparadas en lo numeroso del grupo para poder intentar manipular, obligar "a los otros" a elegir bando.
"Si no eres del nuestro estás contra nosotr@s y por tanto eres del bando de los victimarios."
De lógica de patio de colegio.
Ahí se ve la madurez y la consciencia desde dónde esos grupos, sistemas se retroalimentan.
Mientras juguemos al o contigo o contra mí jamás se saldrá de esa dinámica en la que energéticamente no se busca solución real, pues se actúa desde la pulsión, sólo la energía pasa de una a otra parte convirtiendo a las dos partes en víctimas y perpetradores en un bucle infinito...
El indignad@ se comporta como si fuese una víctima, sin serlo. Se arroga el derecho de exigir satisfacción a los perpetradores sin que él mismo haya sufrido injusticia alguna. Procede cual defensor de las víctimas, como si ellas le hubieran otorgado la facultad de representarlas, y luego las deja atrás sin derechos.
Y, ¿qué hace el indignado con esa pretensión?
Se toma la libertad de causar daño (juzgar, excluir, acusar, censurar...) a los perpetradores y a los que juzga como cómplices de los mismos, sin temer consecuencias personales graves; porque como sus malas acciones aparecen a la luz de algo bueno, no es necesario que tema castigo alguno. Así que es el indignado el que se toma la energía asesina retenida de la víctima y la usa hacia el perpetrador, convirtiéndole en víctima a su vez perpetuando este ciclo infinitamente asegurándose así de que no llegue solución alguna.
Ante un indignado, a las víctimas les resulta difícil dejar atrás su sufrimiento ya que el indignado se lo apropia y a los perpetradores, tampoco les permite acceder a las consecuencias de la culpa.
Si quedara en manos de las víctimas y de los perpetradores buscar la compensación y la reconciliación, tal vez podrían permitirse un nuevo comienzo mutuo. Sin embargo, cuando hay indignados, esto se logra en todo caso con dificultad ya que, en general, los indignados no se sienten satisfechos hasta no haber humillado y aniquilado a los perpetradores, aunque el sufrimiento de las víctimas se agrave.
La indignación es, en primer lugar, de índole moral. Esto significa que no se trata de brindar ayuda a alguien, sino de imponer una pretensión de la cual el indignado se considera y se siente ejecutor. Por ese motivo, en contraposición con alguien que ama, el indignado no sabe de compasión ni de justa medida.
Me pregunto si somos conscientes de que ahora mismo puede que haya más indignados que víctimas reales en este planeta... Y aquí el indignad@ saltará indignad@ y la víctima sentirá que alguien le está devolviendo su dolor que por destino le pertenece...
Víctima que no se sana se vuelve victimaria, y acaba haciendo justo lo que más critica, porque todo lo que más criticamos, juzgamos de nuestros padres, o de otras personas estamos condenados a vivirlo igual.
La Manipulación psicológica de "los grupos de poder" utilizando el chantaje emocional de toda la vida, ése que nos hizo tener “débito conyugal” (Deber, obligación de los cónyuges de prestarse mutuamente los actos per se aptos para la generación de la prole), como hoy tenemos “débito vacunal” : deber, obligación de prestarte a inocularse cualquier sustancia si deciden (otros externos a ti) por el bien del grupo, o “débito a denunciar” deber u obligación de denunciar de la misma forma que lo hace el grupo. Sin derecho a elegir y haciéndonos sentir CULPABLES e INSOLIDARIOS si no hacemos y repetimos como LOR@S LO QUE SE NOS dice que HAY que hacer y decir para formar parte del bando de l@s buen@s.
Aquí estamos hoy de nuevo frente a esta dinámica eterna en el tiempo, que pasa ese balón de energía de un lado al otro perpetuando la dinámica de víctimas y victimarios... de nuevo tenemos aquí a la SANTA INQUISICIÓN que somos TOD@S para cualquier otr@ que no COMULGUE con nuestra BUENISMA forma de pensar. Esa que hace que el grupo nos diga lo buen@s corder@s que somos y nos aseguremos así un lugar a la derecha de Di@s y nuestra parcelita en el Paraíso.
Juzgas al otro porque así recibes la aprobación por el Gran Grupo que está "del lado correcto": eres leal a tu sistema familiar. Inconscientemente haces lo mismo que has rechazado en tu familia: No permitirte SER TÚ en libertad.
De pronto estás creando un mandato para el otro, como los mandatos familiares para ti. Si no eres así, o actúas asá, estás fuera.
Y el ostracismo y el destierro es algo bien temido por el ser humano... De ese pavor se alimentan estos sistemas fagocitadores y vengadores...
Hará lo necesario para que no ocurra. Actuamos así dentro del sistema familiar también... Hasta que nos atrevemos a salir de esas falsas cadenas y vivimos sin miedo fuera de MANDATOS FAMILIARES/SISTÉMICOS.
Perpetuamos patrón porque así reforzamos nuestra pertenencia. Nos aseguramos un sitio en el grupo/sistema. Nos aseguramos nuestra supervivencia.
La conciencia de las víctimas a las que se les ha secuestrado su dolor lleva a la violencia; han sido humilladas y en ellas permanece una sensación de rabia y venganza. Este impulso será tomado por un ancestro de generaciones posteriores. Se ve por todas partes. No hablan de respeto. Ya que el respeto es Amor. Hablan de alianza. No es "si no me respetas", es "si no estás conmigo y mi discurso" estás contra mí perteneciendo al bando contrario.
Bert Hellinger decía que el peligro de la víctima es que eventualmente toma la energía del victimario.
Es LA MISMA VIOLENCIA que motivó el comportamiento del perpetrador. Ya habrás oído que lo que se resiste, persiste. De modo que, toda víctima termina por convertirse en el objeto de su resistencia: el perpetrador.
NECESITAMOS PARAR ESTA DINÁMICA INFINITA YA
Se asemeja al principio de enantiodromia, desarrollado por Carl Jung, consistente en la tendencia de las cosas en transformarse en su opuesto. Similar al principio del equilibro en la naturaleza, fenómeno en el que todo extremo encuentra una fuerza opuesta en el sistema como medio para restaurar el balance.
La MIRADA sistémica permite que víctimas y victimarios se sitúen fuera de esa dinámica PERPETUADORA en la que la energía violenta pasa de uno al otro en un continúo sin fin. Invitan a ocupar un rol en un estado adulto es decir desvinculado de la narrativa emocional, que es la que alimenta a la energía asesina, así se llama, y propone a cada parte ASUMIR, pues sólo quien asume las consecuencias de sus actos se dispone a sanar y transformar su vida.
Desde esta perspectiva, se debe mirar a ambas partes por igual, víctimas y victimarios, reconociendo el dolor detrás de cada uno.
Es desde ahí que se generará un sentido de reparación y sanación, (la justicia moral y la venganza no forman parte de esta dinámica sanadora) en ambas partes y calmará el rencor y odio que activa la repetición de los ciclos violentos.
LA ÚNICA MANERA DE ROMPER UNA DINÁMICA QUE SE PERPETÚA EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
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